Muriendo serás feliz
Lou Carrigan
La culpa de que Malcom Dobbs muriese la tuvieron las mujeres. Varias mujeres. Pero principalmente una de ellas, una criatura delicada y preciosa, de grandes ojos color miel, de boca sonrosada que también parecía de pura miel, de cuerpo esbelto pero de formas contundentes, y de la que Malcom Dobbs se enamoró de un modo que él jamás habría admitido si alguien se lo hubiera sugerido. ¡Era tan angelical aquella criatura…!
Рік:
2019
Видавництво:
lineasdesaparecidas
Мова:
spanish
Файл:
EPUB, 354 KB
IPFS:
,
spanish, 2019